KNOW. Novedades Jurídicas y Fiscales nº76 - Marzo 2019

© 2019 KPMG Abogados S.L.P. sociedad española de responsabilidad limitada profesional y firma miembro de la red KPMG de firmas independientes afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), sociedad suiza. Todos los derechos reservados. 8 KNOW Tax&Legal Protección de la responsabilidad personal Con el aumento de las obligaciones y responsabilidades de los administradores de las filiales, los riesgos de equivocarse se multiplican. Estos riesgos se ven agravados por nuevas regulaciones y por una postura cada vez más firme en cuanto a la aplicación de la ley. Esto puede dar lugar no sólo a sanciones económicas, sino también, en casos graves, a sanciones penales. El soborno también se toma mucho más en serio en muchas jurisdicciones y las posibles sentencias (de hasta 30 años de prisión) son un elemento disuasorio en algunos países. Un buen marco de gobierno de las filiales bien pensado abordará estos riesgos proporcionando información pertinente y actualizada, así como mecanismos de protección contra la responsabilidad personal, tales como seguros, y políticas de indemnización y autorización retroactiva. Disponer de la logística y tecnología adecuadas Las empresas están adoptando la tecnología para apoyar sus políticas de gobiernos de filiales de muchas maneras. Naturalmente, éstas incluyen la gestión de entidades legales, la documentación y las funciones de cumplimiento, pero también se ocupan de asuntos más cotidianos como la logística de las reuniones. Pero la tecnología por sí misma no es una solución a menos que esté integrada en un marco de buen gobierno. Por ejemplo, en algunas organizaciones las reuniones simplemente “ocurren”. En las organizaciones con un marco de gobernanza sólido se abordan todos los aspectos, como quién las organiza, su contenido y propósito, su frecuencia y su ubicación (virtual). Esto último puede ser relevante no sólo desde una perspectiva práctica, sino también, por ejemplo, para las posibles implicaciones en materia de residencia fiscal o de gobernanza medioambiental (huella de carbono). No tener la infraestructura administrativa necesaria no tiene por qué ser un problema ya que algunas empresas prefieren subcontratar este tipo de operaciones a especialistas.